v. 28 n. 1 (2008)
Artículos y notas

On the cognitive architecture of insects and other information-processing systems.

Publicado 2008-05-01

Resumo

Según Carruthers (2004), las hormigas y las abejas tienen mente. Esta afirmación debe entenderse de modo realista. No es que interpretemos la conducta abierta de hormigas y abejas en términos de creencias y deseos atribuidos instrumentalmente. Se trata más bien de que tienen tales estados mentales en el sentido cognitivo relevante. En este trabajo, me propongo llevar esta polémica concepción a una reductio. En particular, argumentaré que si las hormigas y las abejas tienen mente, por la misma razón las plantas también la tendrían. A mi modo de ver, el problema tiene que ver con el concepto técnico de arquitectura cognitiva de Carruthers (2002); un concepto que puede ser cuestionado sobre bases empíricas y conceptuales, según argüiré.